Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información
Dr. Diego Levis.
El concepto de “Sociedad de la Información” se ha ido constituyendo durante las ultimas décadas del siglo pasado, sus principales exponentes hoy son las tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) y en particular las redes telemáticas.
La declaración de principios firmada por lo representantes declara en el primer punto el “deseo y compromiso comunes de construir una sociedad de la información centrada en la persona, incluyente y orientada al desarrollo, en la que todos puedan crear, consultar, utilizar y compartir la información y el conocimiento”, los firmantes en el párrafo siguiente se manifiestan que “desafío es encauzar el potencial de la tecnología de la información y el comunicación para (…), erradicar la extrema pobreza y el hambre, lograr una educación primaria universal, promover la igualdad de género y la habilitación de las mujeres, reducir la mortalidad infantil, mejorar la salud materna, combatir el VIH/SIDA, el paludismo y otras enfermedades, garantizar la sustentabilidad ambiental y forjar alianzas mundiales a favor del desarrollo para lograr un mundo más pacífico, justo y prospero” y expresan su convicción de que el progreso de las TIC “brinda oportunidades si precedentes para alcanzar los niveles más elevados de desarrollo”.
PRIMEROS ANTECEDENTES.
Hace más de 50 años, Norbert Wiener, creador de la cibernética, anunciaba el advenimiento de una “sociedad de la información” cuya base organizativa, imaginaba, era la circulación sin trabas de la información, considerada como una materia prima.
El pensamiento de Wiener tiene continuidad en las propuestas del investigador japonés Yonedi Masuda, quien en su obra más influyente, Computopia presenta la emergente sociedad de la información como una sociedad que ofrecerá nuevos conceptos de libertad e igualdad en la que florecerá la creatividad cognoscitiva individual.
A comienzos de la década de 1970, grandes avances en el campo de las telecomunicaciones y la informática permitieron un incremento muy importante en la velocidad y la capacidad de procesamiento y transmisión de información, además en un significativo descenso de los costos económicos de equipos y operaciones. El progreso tecnológico coincidió con el inicio de una profunda crisis económica internacional que se manifestó primero en el abandono unilateral del patrón oro por parte de lo Estados Unidos en 1971 y siguió con la crisis petrolera en 1973 que cuestiono el modelo de desarrollo industrial sustentado en el crecimiento incontrolado del consumo de energía. Estos 2 hechos, afectaron los fundamentos del sistema económico, provocando gran incertidumbre sobre el futuro.
Algunos autores comenzaban a hablar del paso de una economía basada en la producción de bienes a otra basada en los servicios y en el que la información, pronosticaban, será recurso principal y el motor de un sistema económico cada vez más global.
En este contexto algunos gobiernos de países económicamente más desarrollados comienzan a centrar su atención en las posibilidades de desarrollo económico que ofrece la informática, hasta entonces reservada casi exclusivamente a usos militares, científicos e institucionales. La prensa estadounidense y de Europa empieza a popularizar el concepto de sociedad post-industrial, la que se suele asociar a la naciente revolución informática que se presenta como decisivo factor de desarrollo económico y social.
El interés que existía en la época por analizar y evaluar las consecuencias sociales y económicas implícitas en la interrelación entre las telecomunicaciones y la informática da lugar a la redacción de informes de expertos por encargo de los gobiernos y a numerosas reuniones organizadas por diferentes organismos internacionales. La tecnología de la información se presentaba como garante del consenso social y como el medio para salir de una crisis económica.
En 1978 se da a conocer el informe Nora/Minc sobre La información de la sociedad, poniendo en relieve la preocupación y el interés que el tema despertaba en los gobiernos de los países industrializados.
La tesis de Nora y Minc, se estructura alrededor de la idea que las consecuencias del proceso de informatización son de una dimensión más amplia que otras innovaciones tecnológicas que la precedieron, su alcance concierne a todos los ámbitos de la actividad social.
El informe francés tuvo gran repercusión y la verdadera revolución informática, no respondía a los planteamientos defendidos en la época por las empresas informáticas y el establishment político y económico sino que tiene su origen en ambientes contraculturales de las universidades californianas de Stanford y Berkeley a principios de la década de 1970. La computadora, comienza a aparecer como una herramienta de liberación y comunicación. Durante los años ochenta, algunos autores señalan que la influencia de las TIC sobre las condiciones y la organización de la vida cotidiana dependían, entre otras cosas, de los usos sociales, y no sólo de las innovaciones técnicas.
TECNO CULTURAS: CULTURA LIBERTARIA, MILITARISMO Y DESARROLLISMO NEO LIBERAL
A lo largo de la década de 1980 se multiplican los estudios e informes destinados a evaluar las repercusiones socioeconómicas y culturales de la informatización de la sociedad y comienza a hablarse con insistencia de proceso de convergencia radiodifusión, las telecomunicaciones, la informática y la electrónica de consumo.
Los autores más optimistas presentaban la informática y las telecomunicaciones como un vehículo de progreso, democracia, cultura y libertad, que conduce a un aumento del tiempo libre y a una mejora de la calidad de vida. En esta posición encontramos a usuarios de las redes telemáticas provenientes de universidades que están en el origen de la llamada “cibercultura”. Los continuadores de la contracultura de los setenta, reivindican el carácter “libertario” de las redes y al igual que Wiener décadas antes, conciben la sociedad ideal como una sociedad en la que la información pueda circular sin ningún tipo de trabas. Una de las manifestaciones más conocidas de la cibercultura (y uno de sus orígenes) es la comunidad “hacker”.
POR LA SUPERAUTOPISTA DE AL GORE RUMBO A LA CUMBRE DE GINEBRA.
La primera manifestación de importancia del renovado interés por promocionar el papel de las TIC fue la presentación por parte de Bill Clinton y Al Gore en 1993 de un plan para la construcción de una infraestructura avanzada de información.
El vicepresidente Gore imaginaba una red de información planetaria capaz de transmitir mensajes e imágenes a la velocidad de la luz desde la ciudad más grande a la aldea más pequeña. Para esto era indispensable construir una Infraestructura Global de Información, que reagrupará las redes de telecomunicaciones, las computadoras, los bancos de datos y la electrónica de consumo.
Casi contemporáneo al anuncio del plan, la Comisión de las Comunidades Europeas publica a finales de 1993 un Libro Blanco sobre Crecimiento, competitividad, empleo. Retos y pistas para entrar en siglo XXI. el texto comunitario, recupera los argumentos centrales de los discursos positivistas sobre la sociedad de la información de los años ‘70 y ‘80, anunciando algunos presupuestos que serán una constante desde entonces.
A partir de la década de 1990, el rápido crecimiento del número de usuarios de Internet empezó a llamar la atención de gobiernos. Al cabo de poco tiempo, las “autopistas de la información” quedaron asimiladas a la Internet. La red no comercial de tintes contraculturales empezó a tener fines básicamente mercantiles.
El Plan de Acción Europea 2002. Una sociedad de la información para todos de junio de 2000, consagra el acceso de Internet a los “altares” de las metas gubernamentales al situar entre sus objetos principales estimular el uso de la red y facilitar el acceso rápido, barato y seguro a la misma.
Ese mismo años, apenas un mes después, tuvo lugar una cumbre del Grupo de los Ocho. El documento surgido de este encuentro considera a las TIC como un motor de vital importancia para el crecimiento de la economía mundial y confirma la relevancia creciente que los gobiernos de las principales potencias económicas otorgan a las TIC como factor de transformación económica y social.
Las TIC, añade el documento, representan una oportunidad extraordinaria para las economías emergentes y en desarrollo. Para que esta posibilidad de progreso sea aprovechada el sector privado debe cumplir un papel en la conducción del proceso, y puede contribuir a los esfuerzos internacionales para romper la brecha digital.
La celebración, en Ginebra, de la Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información (CMSI-WSIS) confirma el interés por extender a todo el mundo los beneficios atribuidos al modelo de sociedad emergente.
CMSI: ¿CUÁLES SOCIEDADES DE LA INFORMACIÓN?
El informe Construir la sociedad europea de la información para todos, define la sociedad de la información como “aquella que actualmente se desarrolla, en la cual las tecnologías poco costosas de almacenaje y de transmisión de información y de datos son accesibles a todos. Esta generalización de la utilización y de datos está acompañada de innovaciones organizacionales, comerciales, sociales y jurídicas que cambiarán en profundidad la vida, tanto en el trabajo como en la sociedad en general”.
La repetición abusiva del concepto “Sociedad de la Información” hace que su sentido haya ido distribuyéndose hasta aparecer cada vez más desprovista de contenido, lo cual no significa que las transformaciones que pretende describir no se estén produciendo.
Las TIC no tienen en si mismas capacidades intrínsecas de cambio que conduzcan a una mejora en las condiciones de vida de los usuarios. No es seguro que viviremos mejor por el sólo hecho de tener acceso a más imágines, más informaciones y más canales de comunicación.
A la CMSI, por primera vez invitados a participar representantes de la sociedad civil. Es probable que la misma heterogeneidad de los participantes de la Sociedad Civil haya dificultado la presentación de propuestas concretas capaces de impulsar acciones que faciliten el uso social y efectivo de las TIC para mejorar las condiciones de vida de las personas y el bienestar del conjunto de la sociedad.
UN CAMINO POR ANDAR
Los documentos finales de la CMSI deja el campo libre para que se propague la falsa idea de que la solución a los desafíos a los que se enfrenta la humanidad pasa por eliminar la llamada brecha digital, como si esta fuera la causa y no consecuencia de la brecha económica y social que separa a los habitantes del mundo.
OPINION PERSONAL
El texto nos muestra un punto de vista interesante sobre el papel de la tecnología en la sociedad. Se sostiene que al eliminar la “brecha digital” se van a solucionar varios problemas, como el de la “breca económica y social” que separa a la gente del mundo. Pero esto no es así, la brecha digital provoca esto.
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Hace 4 años
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